Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez inició con grandes problemas

Por más de 65 años, el aeropuerto Jorge Chávez permaneció con la misma terminal y no dejó de operar por décadas. Pasó por varias renovaciones, pero la antigua terminal siguió. Sin embargo, con el avance del transporte aéreo en el país, se necesitaba más para satisfacer la demanda de más vuelos.

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La inauguración del nuevo aeropuerto se volvió una de las banderas del muy cuestionado gobierno de Dina Boluarte, criticada por diferentes polémicas e irregularidades. Y el día de ayer se inició con la celebración de su inauguración y su primer vuelo.

Pero como varias otras acciones de este gobierno, se encontraron problemas el accionar de este proyecto.

Fallas y cancelaciones

Desde su apertura, el aeropuerto estuvo sujeto a múltiples cancelaciones y retrasos en los vuelos. Pasajeros han denunciado la muy mala atención que se dio en la nueva terminal. Muchos de ellos se quejan de las demoras en la entrega de equipajes o expresan frustración por la falta de información y señaléticas para guiarlos por el lugar.

Aunque los casos más graves se encuentran en las cancelaciones, siendo uno de los primeros casos el del vuelo 2258 con destino a Cajamarca que iniciaba a la 7:00 a.m. El avión permaneció quieto por cuatro horas hasta que los pasajeros fueron avisados de su cancelación por cuestiones de combustible, pero luego se informó una mala gestión al no dar al piloto su hora de descanso después de un vuelo internacional.

Pero un caso ahora más sonado es el de la cancelación del vuelo de conexión a Trujillo donde, a las 10:30 a.m., se dio la sin previo aviso ni notificación a los pasajeros; esto forzó a muchos a quedarse en Lima sin ninguna atención. Ya a las 13:06 p.m. se reportó la cancelación de tres vuelos y sin una comunicación efectiva de la aerolíneas o Lima Airports Partners (LAP), la empresa concesionaria.

El problema fue tan gran y las quejas tan numerosas, que a las pocas horas se dio una reunión de emergencia entre representantes de las aerolíneas, LAP, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y otras autoridades al menos para solucionar problemas como el del combustible.